viernes, 14 de diciembre de 2012

A las Escuelas;

Esta tarde como hace mucho frío y para estar parados en el parque nos pasmaremos de frío, 
por lo que hemos decidido ir a las escuelas,
 yo no tengo balón, a si que traértelo tú.
A las tres y media allí estamos en la escuela,
echamos unas paredes para entrenar un poco y entrar en calor,
después echaremos un rápido, 
al rato de empezar llegan los demás,
 y nos disponemos a echar un partido,
 lo hacemos a piedra papel y tijera a ver quien elije los equipos y el campo primero,
 una vez los equipos están hechos empezamos a jugar el primero en marcar 2 goles ganará,
partidos de 10 minutos, si hay empate iremos a penaltis,
cada equipo será de 6 jugadores,
si ganas sigues jugando, y si pierde esperas para volver a jugar,
a 30 puntos, el que antes los consiga ganará.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Pesca del Cangrejo!

Un día, por casualidad nos apeteció ir a la estación para acompañar a un amigo que tenía que volver a Zaragoza, a la vuelta nos dio curiosidad por mirar al otro lado de la barandilla para ver que es lo que había,
nos encontramos con unas pequeñas y destrozadas escalerillas, las cuales estaban hechas de cemento y ladrillo erosionado por el paso del tiempo y de los años.
Decididos, bajamos por las escalerillas, las cuales nos conducirían a una pequeña acequia de nos más de un metro de profundidad, conectada con el río Jalón, y con las huertas más próximas de la zona, había unas manchas oscuras, muy curiosas, que al aproximarnos a ellos movían rápidamente para nuestra sorpresa nos percatamos de que esas manchas oscuras y a la vez rojizas eran cangrejos,¡todo un descubrimiento!,
era pronto no eran todavía las cinco y media de la tarde, y decidimos ir rápido a casa a por los retes para pescar un rato, cogimos dos.
Al llegar a la acequia nos pusimos a escarbar para ver si podíamos conseguir alguna lombriz, para ponerlas de cebo, dado a que nos habíamos olvidados completamente de coger de casa un trozo de carne o algo que se le pareciese, mientras que inspeccionábamos la tierra rojiza llena de raíces en busca de alguna escurridiza lombriz, una vez conseguidas algunas lombrices, nos dispusimos a sacar los retes del agua, al levantar de la cuerda salió el imperdible perdido en el fondo de la acequia, habíamos colocado unas insípidas uvas verdes de la parra del huerto de al lado, y al levantar la cuerda pudimos observar atónitos, que en la trampa había dos cangrejos, cogimos los cangrejos y los echamos a la batalla de cinco litros a medio llenar, con el tapón tapado para que pudieran respirar, en el alfiler coloqué un par de lombrices que se retorcían endiabladamente, volvimos a tirar la trampa al fondo de la acequia, al cabo de diez o quince minutos la volvimos a levantar,¡anda!, hemos vuelto a pescar.
Así nos pasamos toda la tarde-noche hasta que anocheció, devolvimos todos los cangrejos de nuevo a la acequia y volvimos al pueblo bajo la luz de las farolas en la oscuridad de la noche.

martes, 4 de diciembre de 2012

8 de Diciembre

Esperado ha sido el ansió puente de la constitución,
ya tenía ganas de volver, ya que había estado mucho tiempo sin ir,
todo un mes pisando tierras atecanas,
parece poco, pero es mucho tiempo,
ahora me tendré que acostumbrar en no ir en un tiempo ya que hace mucho frió,
vamos a la casetilla, ya es toda una costumbre ir todos los sábados que se puede,
quedamos lo antes posible,
ya que en este tiempo se hace muy pronto de noche y hay que aprovechar al máximo el tiempo,
sobre las once de la mañana ahí estamos,
estamos un rato en las mesas planeando lo que cada uno vamos a comprar,
uno quiere hamburguesas, otro salchichas y el otro unas chuletas,
una vez que todos nos hemos puesto de acuerdo vamos a comprar,
compramos cuatro barras de pan, pocos hechas con mucho miga y corteza blanda, tal y como ami me gusta,
dos botellas de Coca-Cola pero de la marca barata, que hay que ahorra,
ocho hamburguesas compramos con sus respectivos panes de pita, bien blanditos,
compraremos también unos huevos, para hacerlos fritos en la satén,
los vasos, platos y demás de casa los traemos,
ya hemos comprado todo y hacemos todos los cálculos, y queda justo pagaremos seis euros cada uno,
agarramos fuertemente las bolsas no se vallan a caer,
sobre quince y veinte minutos caminando hemos estado,
pero por fin hemos llegado,
lo primero vamos a la acequia y cogemos agua, para limpiar bien la mesa,
el agua está muy fría, por lo qué dejaremos ahí las bebidas,
las bolsas con la comida las dejamos encima de las sillas de mimbre,
con el pie y el hacha cortamos unos maderos,
los ponemos en la lumbre y en el medio de todo unos periódicos,
prendo un extremo del periódico con el mechero,
poco a poco el fuego va cogiendo fuerza,
nos quedamos maravillados,
tiene unos colores preciosos,
sera por su magnetismo, o por los colores que adopta de la tinta de los periódicos,
mientras que los demás ponen la mesa,
vamos a mirar si hay algo en la desembocadura,
quizás un cangrejo, quizás una trucha, quizás una carpa, quizás no halla nada.
Pasado un rato las brasas están casi preparadas, cojo la parrilla y la pongo encima de ellas,
vuelta y vuelta para que se queme la grasilla,
 y de esta forma sea más fácil limpiarla con una hoja de periódico,
una vez limpia pone las chuletas en la parrilla, ya que es lo qué más rápido se hace,
unos minutitos vuelta y vuelta, y...¡A Comer!
por fin ya están hechas, mm.... ¡qué buenas! luego asaremos las hamburguesas,
nos las comemos con lechuga y tomate de la huerta de al lado,
y un chorrito de ketchup, ya son las cuatro,
y hemos terminado de comer, vamos a la trampa que habíamos puesto antes en la desembocadura,
una trucha hemos cogido, la haremos asada haber como estará,
echamos más leña al fuego, para que haya buenas brasas,
para hacer el chorizo y las patatas asadas,
cogemos la botella vacía de Coca-Cola, y la llenamos de agua para hacer el café,
hablamos de lo nuestro, de las notas, de todo eso...
a algunos nos gustaría sacarnos el carné de moto, yo ya tango un dinero ahorrado,
en cuanto cumpla los dieciséis si se puede el de 125cc me sacaré,
entre tanto hablar se nos quemas el chorizo,
aunque a las patatas les queda un ratíco,
toda comido, a la brasa sienta mucho mejor,
ya son las ocho y el fuego está apaciguado,
nos ponemos las chaquetas y nos vamos para el pueblo,
con todo lo que hemos comido no creo que vaya ha cenar,
quedamos entre todos para esta noche, como siempre iremos al bulevar,
a ver que se cuece y a tomar algo,
y cuando el cuerpo pida descanso a dormir nos iremos.